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Artículos, "terceras" y cuadernos de bitácora
(2010-2017)
En: J. Romera Castillo (ed.), El teatro como documento artístico, histórico y social en los inicios del siglo XXI. Madrid, Verbum, 2017, pp. 159-168.
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Vestigios emocionales
Lo que se ve a continuación son entradas de teatro. De teatro romano. (...)
La primera de las tres la compré en Burgos por treinta pesetas, hace unos cuarenta años. No para ir al teatro –como ya podéis imaginar–, sino como pieza de colección. Desde muy joven he coleccionado arqueología. Ahora, menos, y siempre piezas provenientes de otras colecciones. Y es que en aquella época aun no éramos conscientes de que comprar arqueología estimulaba la excavación furtiva y el destrozo de los yacimientos. El anticuario que me la vendió no tenía muy claro lo que era, aunque me aseguraba que la habían encontrado en el teatro romano de Clunia, ruinas que estaban a media hora de camino de donde la compré.
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En: Cerstin Bauer-Funke (ed.), Espacios urbanos en el teatro español de los siglos XX y XXI, Hildesheim – Zurich – New York, Georg Olms Verlag, 2016: 13-21.
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"El entorno dramático"
Deberíamos felicitarnos por el hecho de que hace algunas décadas unos cuantos espermatozoides –uno por cabeza de los aquí reunidos– alcanzaran su objetivo, pues sin su esfuerzo este encuentro no hubiera sido posible. Sin su esfuerzo y sin el esfuerzo de los millones de espermatozoides que fracasaron en el intento. Que es así, compitiendo, como se garantiza la supervivencia de muchas de las especies. Entre ellas, la nuestra.
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Las Puertas del Drama, 47
(2017). |
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“Entre la independencia y la alternativa: Teatros del Círculo”
Teatros del Círculo (Círculo de Bellas Artes de Madrid) fue uno de los pocos proyectos que propiciaron la continuidad del teatro independiente (ya en vías de extinción) al tiempo que anticiparon algunos de los signos de identidad de lo que hoy conocemos como movimiento alternativo. Tras el fin de la dictadura, la inercia de algunos grupos que habían recorrido toda España (y parte del extranjero) haciendo un teatro de oposición al régimen, tanto por sus contenidos y estética como por su modelo de producción, derivaron –digo yo que por hartazgo de furgoneta– en sedes estables donde poder seguir representando un teatro comprometido (Sala Cadarso, 1976-1982; El Gayo Vallecano, 1978-1983; y Sala Olimpia, 1980-1984).
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Las Puertas del Drama, 45
(2015).
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“Tercera y última”
La realidad no suele comportarse como debiera; acostumbro decir. Pero, ¿qué realidad? Ninguna –porque hay muchas, tantas como miradas–, todas esquivas, cuando no a contrapelo. A veces me pregunto: ¿qué diablos será la realidad de la que tanto hablamos? Y a veces me respondo que no hay más realidad que la que quisimos cambiar, la que queremos cambiar, o la que querremos cambiar. Que nadie habla de la realidad si no es para cambiarla...
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Don Galán. (Revista de Investigación Teatral), 4 (2014). |
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“El espacio significante (desde mi experiencia como autor escénico)
El primer diseño de la escenografía de una obra dramática suele estar esbozado en su acotación inicial. Ya sé que esto puede molestar a quienes quisieran que el autor sólo fuera un mero proveedor de palabras y no el creador de una estrategia. Considerar que el autor no tiene arte ni parte en el hecho escénico fue opinión muy extendida durante el pasado siglo. Una aberración que, como suele ocurrir, debió producirse como respuesta a aberraciones anteriores de sentido contrario. El creciente número de receptores que accedían a la literatura dramática a través de su lectura fue tal vez el motivo de que, para facilitar su comprensión, los textos se plagaran de acotaciones irrelevantes, las cuales encorsetaban, de algún modo, las puestas en escena posteriores...
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Las Puertas del Drama, 44 (2014).
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“William y yo ”
William no sé, pero yo me fui aficionando al teatro al mismo tiempo que me iba aficionando a respirar; aun así, no me encontré con él hasta ya bien cumplidos los trece. En la posguerra, la cartelera de provincias solo se nutría —sota, caballo y rey— de sainetes, zarzuelas y autos sacramentales; también algún dramón y alguna marioneta, pero poco más. Por lo tanto, William era un perfecto desconocido para mí cuando, ya a las puertas del examen, un compañero me alertaba con urgencia: “Míratelo, que a ese seguro que lo ponen”. “¿Qué ha escrito?”. “Romeo y Julieta, Otelo y Amlet, con hache”...
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Las Puertas del Drama, 43, (2014).
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“De aquellas preceptivas, estos talleres ”
Los preceptos –razón de ser de toda preceptiva– siempre me parecieron monsergas de iglesia; leyes cuyo incumplimiento no conlleva pena alguna –salvo la del infierno– y que se dictan, más que nada, para incordiar. Desde Dios Padre hasta el padre prior de menor rango, todo el que se precie de ostentar alguna autoridad dicta sus propios preceptos. De ahí que abunden las preceptivas en este convento nuestro en el que tantos y tan buenos priores tuvimos. Incienso para todos...
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Las Puertas del Drama, 42 (2013): 3. Especial: Teatro y realidad.
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El reciclaje (inmediato) de la realidad
¿Y por qué ahora? Nada está al margen de la realidad, incluso darle la espalda a la realidad es otro modo de situarse en ella. Y si esto es así, ¿por qué ahora esa demanda?, ¿por qué un teatro que refleje la realidad?, ¿es que acaso podría no reflejarla? La realidad lo es todo. Incluso la ficción, cuando trata de escapar de lo real, lejos de situarse fuera de sus límites, lo único que hace es ampliarla. Y es que la creación no es una pirueta en el vacío, las obras no se escriben a partir de la nada, y por más que quisiéramos evadirla –en el caso de que quisiéramos– la realidad –incluso en lo irreal– siempre estará presente, con su panteísmo inexorable.
Crear es otro término de equívoca significación. ¿Qué es eso de crear? Digamos que ordenamos, o que recolocamos, las piezas que ya existen...
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Primer Acto. (Cuadernos de Investigación Teatral), 344 (2014): 12-17.
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"Sísifo total"
Y cuando ya habíamos llegado a un acuerdo, se alzó el telón y escenificaron una crisis. Sísifo total. Más de diez años diagnosticando debilidades y fortalezas, aportando soluciones, cediendo en lo razonable, creyendo que podíamos, para que una tormenta de altos vuelos acabe arrasándolo todo con sus ventoleras.
Que sí, que este es un mundo globalizado, y no puede ser que aquí nos solacemos con las golosinas de la sociedad del bienestar mientras que en el tercer mundo se las tienen que arreglar con un mendrugo. ¿Igualar por arriba? Ni pensarlo. Y, al más puro estilo neocon, “mendrugo para todos”. Y nos mentalizaron: “Hay que devaluarse, mermarse el bienestar”. Y para tales mermas, qué mejor que una crisis cargada de amenazas. ¿El pretexto? Cualquiera...
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Las Puertas del Drama, 41
(2013). Especial: La edición teatral a través de la historia. |
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“Internet: la vulnerabilidad del pensamiento gaseoso”
Nostalgia del papel, del pergamino, del papiro, del plomo y de la piedra. Y de la oralidad. Los cambios de soporte condicionan, influyen, determinan el modo de pensar y el pensamiento. Y aunque este no sea el sitio ni yo sea la persona capaz de precisar estos extremos, sí evocaré –de forma imprecisa– los temores, las dudas y los entusiasmos que los creadores de antaño debieron sentir al fijar sus relatos orales en los nuevos soportes, tan palpables, tan distintos del aire y la memoria: vehículos efímeros en los que hasta el momento se sustentaban.Escribir es atrapar con unos garabatos un estado de ánimo. Y si la concreción que aporta la escritura nos permite fijar el momento, también la concreción puede ser dique que detenga el proceso...
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Las Puertas del Drama, 40
(2011). Especial: Transgresión y poder.
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“La revolución reaccionaria”
Las formas se acartonan: con el tiempo, con el uso, pero sobre todo con el aplauso; y es necesario violentar la tradición, zarandearla, inventando las tradiciones del futuro. No es nada nuevo; de hecho, la tradición es eso: romper la baraja para jugar con otra igual, aunque menos sobada. Avanzar en círculo, que es lo que se hizo siempre, solo que antes, como pasaban siglos entre mano y mano, alguien pudo creer que se avanzaba recto y con objetivo, que el arte caminaba hacia alguna parte; aunque los que sabían, sabían que no; sabían que era un regate para evitar que los que administran el aplauso pudieran silenciarlos.
El problema llegó con la velocidad, cuando las transgresiones comenzaron a amontonarse hasta tal punto que podías levantarte moderno y el mismo día acostarte antiguo...
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Las Puertas del Drama, 39 (2011): 3. Especial: El público. |
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“Algo más que meros espectadores"
Quien paga, manda. Lo que no significa que necesariamente haya que hacerle caso. De este sometimiento y de esta insumisión es fruto la historia del arte. También la del teatro. Tal vez no fuera así en la prehistoria escénica, cuando el juego de representar surgía espontánoe en fiestas y reuniones, pero a poco que el juego se "normaliza", pasando a formar parte del orden social de la ciudad, el oficiante es valorado por su oficio, y ya no solo es aplaudido, sino también remujerado. Tan remunerado como condicionado. La eficacia -peligrosa- del juego dramático así lo aconseja. Representar la realidad es cuestionarla, y cuestionarla colectivamente. Lógico, pues, que semejante juego inquiete e incomode a los que se saben responsables de esa realidad...
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José Romera Castillo (ed.), El teatro breve en los inicios del siglo XXI. Madrid, Visor, 2011. |
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Lo breve. ¿Qué es breve? ¿Qué no es breve? ¿Es bueno lo breve? ¿Cuántas veces bueno? ¿Cuántas veces breve? Muerte y resurrección del breve. ¿La consigna es breve? ¿El anuncio es breve?
¿La noticia es breve? ¡Qué diablos no es breve? ¿E Internet es breve? ¿Cuántas veces bueno? ¿Cuántas veces breve? Lo simple y lo breve. ¿Es complejo el breve? Distintos modos de comerte un breve. ¿Para qué sirve un breve? ¿Cómo se vende un breve? ¿Hay vida en el breve? Breve historia del breve.
¿Cuáles son las razones por las que abunda el breve? ¿Se menosprecia al breve? ¿Existe miedo al breve?
No seré yo quien me abrevie ante el breve. O ¿Quién ha dicho breve?
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Las Puertas del Drama, 38 (2010), p. 3. Especial: XX Aniversario de la AAT.
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"Que veinte años no es nada..."
…Es uno de esos lugares comunes que, cuando me vienen a la mente, suelo tener muy claro que conviene evitar; más aún en estos tiempos de crisis, en los que el tango, con su lamento implícito, redunda en la obviedad. Será por eso que, una vez más, lejos de evitarlo y dejándome arrastrar por el vértigo de la inconveniencia, me pregunto: ¿y qué son veinte años?Desde que Miralles me llamara para enrolarme en el empeño de fundar la AAT, fueron muchas las puntadas que hubo que dar. Tal vez no todas acertadas (ensayo y error, que no es mal procedimiento), si bien, en su conjunto, el pespunte no podía estar mejor encaminado. La ayuda de Mollá y Sorel al frente de la ACE fue providencial. La doble presidencia de Olmo (ejecutiva) y Buero (honorífica) nos hizo incuestionables...
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Las Puertas del Drama,
37 (2010), p. 3.
Especial: Programadores y autoría.
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"El arte de clavar alcayatas"
Un mínimo decoro democrático impide a los políticos fantasear con la censura, incluso en sus sueños más lúbricos. Aun así, alguno habrá que se pregunte en las noches de insomnio: '¿qué sentido tiene ostentar el poder si no se puede ejercer el control?'. La erótica del poder se satisface con estas pornografías. Y salvo algún 'friki' aún en activo, que ya ejerció la censura con Franco y puede que aún siga enganchado a su obsesión de '¡muerte al autor vivo!', a nadie de la actual clase política se le ocurriría satisfacer estos bajos instintos. Otra cosa, ya, es que se remedien con ciertos sucedáneos que ni ellos mismos saben que lo son...
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