Que lo haya hecho bien o mal, es otra cuestión, pero que en teatro he sido de todo…: autor, director, actor, bailarín, cantante, escenógrafo, diseñador gráfico, iluminador, maquillador, maquinista, acomodador, mozo de carga, productor, programador, gestor, docente, realizador de decorados, de vestuario, de máscaras y de marionetas. Sí, de todo. Bueno, personaje no. Jamás había sido personaje. Hasta ayer.

Estar sentado en el patio de butacas y ver que te están representando, así, al pronto, te descoloca. Que no es que estén representando tu obra, es que te están representando a ti. La escena con la que se iniciaba el espectáculo reconstruía someramente el incendio del Teatro Español de Madrid en 1974. Y digo someramente porque lo hicieron sin llamas, que con llamas la cosa cambia. Imposible no establecer las distancias entre lo vivido cincuenta años atrás y lo representado hoy. Sin que esto sea un reproche a quienes lo representaron, que lo hicieron muy vivamente, sino un reproche a la realidad, que la brutalidad del incendio no tiene parangón.

Esto y saber que ya han muerto muchos de los que vivimos aquella situación tan truculenta (Chapete, Burgos, Carlos Mendy, Isa Escartín, Enrique Morente, Alberto Bové, Ketty de la Cámara, Enrique Espinosa, Julio Roco, Alberto Casas, Carlos Meneghini y Kutu, mi hijo), me hace pensar que empiezo a ser parte del pasado y por lo tanto interpretable; que por más que te esfuerces en ser “tú mismo” (que vaya obviedad) al final vamos a ser como nos vean los ojos que nos miren.

Sí, es muy duro tener que asumir que, aunque mínimamente, empiezas a ser historia; así que no voy a asumirlo. Ya estaba en esa idea, pero es que verme representado junto a Lope, Valle, Lorca, etc. -que los únicos que no estábamos muertos de los que andaban por allí éramos Antoñita y yo-, la verdad es que impone. Por eso mejor me quedo mirando al futuro, aunque tenga que sufrir el edadismo, que es lo que toca ahora; y mientras el cuerpo aguante, pues haré lo que el título de la obra indica: arder y no quemarme.

 

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«Por favor, no empujen. Señores, por favor, no se amontonen. Calma, por favor, que hay soledad para todos…«.

Cita de Mundo cruel. 

Mundo cruel en República de las Letras

Reseña de «Mundo Cruel» en la «República de las Letras” que podéis leer aquí.

«Siglos tratando de encontrar la forma de comunicar y era tan fácil como hablarle al mundo tras la barra de un bar«.

Cita de Mundo cruel.