Este coche nos dio servicio durante 25 años y podía habernos durado 10 años más, pero contaminaba, por lo que ya es chatarra. Cuando nos lo vendieron nos dijeron que el diésel era lo más ecológico, de hecho entonces era un combustible subvencionado. Cualquiera se equivoca. Y ahora que se sabe que no es así, para ir dejando de contaminar había dos opciones: no fabricar más coches diésel con el perjuicio que esto supondría para los fabricantes con el utillaje a medio amortizar o tirar los antiguos ignorando que fabricar un coche nuevo contamina más que los kilómetros que les quede de vida a los viejos. Así que, entre perjudicar a los fabricantes o a los usuarios, mejor nos fastidiamos los usuarios que ya estamos acostumbrados a que nos den por todas partes.
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