Animados por la expectación creada (nos avisaron de que posiblemente no pudiéramos entrar y salir del parking por las aglomeraciones), esta tarde nos fuimos a disfrutar con las instalaciones lumínicas que nos obsequia el Ayuntamiento de Madrid; y con una asistencia más bien escasa, vimos un par de ellas, porque la lluvia nos impidió el placer de continuar.
No daré mi opinión, pero sí algunas de las que oí al paso, por considerarlas más autorizadas que la mía: “vaya gilipollez”, dijo una señora; “una chuminá”, dijo un caballero. Valoraciones claramente sexistas. “Una tontá”, dijo un tercero con mayor corrección política. “Es que no te enteras” -le decía otra a su marido-, “lo han hecho los artistas”. “-¿Y en esto se gastan el dinero?”. Lástima que la lluvia nos impidiera visitar otras instalaciones, pero vimos lo que vimos. Seguro que Cornejo o Canogar motivaron otro tipo de comentarios. Yo, visto lo visto, la verdad es que no tengo palabras, pero si queréis entrar en el meollo del asunto, os recomiendo que leáis los comentarios de la página del Ayuntamiento (https://luzmadridfestival.com/), que las artes plásticas ganan mucho con la literatura. En mi novela Mundo Cruel lo explico mucho mejor.
“Por favor, no empujen. Señores, por favor, no se amontonen. Calma, por favor, que hay soledad para todos…“.
Cita de Mundo cruel.
Mundo cruel en República de las Letras
Reseña de “Mundo Cruel” en la “República de las Letras” que podéis leer aquí.
“Siglos tratando de encontrar la forma de comunicar y era tan fácil como hablarle al mundo tras la barra de un bar…“.
Cita de Mundo cruel.
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