A Martín Jiménez se le aparece un frigorífico. No la Virgen María, ni un extraterrestre, ni siquiera un fantasma (con su sábana blanca) como a todo el mundo. ¡Se le aparece un frigorífico! ¿Cabe mayor disparate? Pues sí, en Mundo cruel hay disparates mayores. Y no por eso puede decirse que sea una novela disparatada, y mucho menos de humor (que maldita la gracia); aunque algo de risible sí que tiene el que el holding heterodoxo Negocios Peculiares pretenda cambiar el mundo potenciando sus aberraciones.
Todo empieza cuando nuestro protagonista, justo antes de ser captado para tan desquiciado proyecto, es golpeado brutalmente por la adversidad, lo que le lleva a refugiarse en el sueño; y como su vida es tan disparatada y sus pesadillas son tan coherentes, resulta imposible saber cuándo está dormido y cuándo está despierto. Por lo demás: sexo, corrupción, intrigas, traiciones, asesinatos, en fin, lo normal. Una extraña normalidad que no debería extrañarnos, ya que la vivimos a diario, si bien aquí se muestra algo desquiciada. Pues como decía Chesterton: «La imaginación sirve no para hacer común lo extraño, sino para hacer extraño lo común».
Una novela con elevado sentido del humor de principio a fin. Irreverente e imaginativa que no dejará indiferente a ningún lector. Jesús Campos continúa en la línea de sus magníficas obras de teatro con esta primera novela. Muy recomendable por su contenido literario. (José Manuel Arias).
“Yo me parto de la risa, porque tiene momentos gloriosos. Una obra originalísima, con una estructura, un funcionamiento y un desarrollo que me tiene pasmao”. (Juan y Medio).
“A Jesús Campos hay que leerle siempre. En el teatro, en el artículo, en el ensayo… Nadie en el futuro le podrá negar su pluma original e imprevisible. Mundo cruel tiene esas dos cualidades, incluso en mayor dosis y con más inventiva si cabe”. (José Luis Temes).
“Lo he pasado muy bien con esta reflexión satírica sobre la España actual. ¡Qué país!”. (Ángel Berenguer).
“El dramaturgo Jesús Campos irrumpe en la novela con Mundo cruel“.
Entreletras ha tenido la oportunidad de conversar con el autor sobre todo lo humano y parte de lo divino. Por Eugenio Rivera. (Revista Entreletras).
Jesús Campos se vale del humor para trazar una obra original y llena de ingenio que hinca el diente a la tendencia a la corrupción, el engaño y la cultura del pelotazo que sobrevive en cierto ADN ibérico.
(Santiago Martín Bermúdez).
Negocios Peculiares S.A. bajo la dirección de Martín Jiménez adquiere pronto tintes de intriga, y el lector ya no podrá dejar de leer hasta el final. Y es que Jesús Campos, con su reciclaje de la realidad, ha escrito una buena novela. (Miguel Signes Mengual).
Novela repleta de sorpresas, de giros, de ingenio, de brillantez… Para generarnos la risa sobre algo que no tiene maldita la gracia. A pesar de su apariencia y su contexto surrealista y onírico (o justo por eso), una crónica muy lúcida de nuestra realidad y algunas de sus lacras. Muy interesante y divertida. (Adelardo Méndez Moya, Canal Retrolongando, Youtube.
Nuestro protagonista sufre los efectos secundarios de convivir con los miembros de una sociedad que se le asemeja demasiado en cuanto a virtudes y defectos (entendiendo como virtud la maña y el fariseísmo como falla, claro). Jesús Campos se burla de la mano de los artistoides y se mofa en la cara de los buitres, a fondo.
El aspecto fuerte de la trama es, sin duda, ese regusto picante que deja la sutileza con que se trabaja la crítica social. A veces pareciera que el mismo Alcestes que Molière dio a luz en su Misántropo, hubiera salido despavorido de su obra, agotado de tanto carácter atrabiliario, para dejarse caer en los brazos del absurdo.
Un libro extravagante, demencial, estrafalario, descabellado, desternillante e ingenioso que saca una sonrisa al talante más imperturbable. (Clásico Satírico, Babelio).
Es una novela con tintes surrealista, con ensoñaciones de la vida real, irónica por no decir cínica, y con giros inesperados que te vuelca en un torbellino de despropósitos que nos lleva del Madrid empresarial a la Guinea señorial.
Considero que es una novela que con su tinte irónico y desenfadado hace una crítica muy dura a las prácticas y a las personas de la actualidad. (Uriska Icerberg, Blog Uriska en la batalla y Babelio).
Sus páginas están llenas de ingenio, imaginación y un uso desbordante del lenguaje. Me he reído muchísimo con sus ocurrencias, sus descabelladas propuestas y el sarcasmo de sus denuncias, que en el fondo ocultan una verdad muy incómoda de la que todos somos responsables. (Y no digo nada más para no destapar sus golpes de humor, pero la historia de las glosas es antológica).
Tiene el autor una conciencia social acusada, que se aprecia en la elección de los temas de sus obras, que sabe presentar con claridad pero sin resultar moralizante ni maniqueo. Y por supuesto, como autor dramático que es, su dominio del diálogo es evidente a lo largo de toda la novela, estableciendo una clara distinción entre el lenguaje más literario del narrador (no exento de un tono conversacional), y la viveza de las intervenciones de los personajes. (Gonzalo Lloret)
Una novela cargada de ironía, humor negro, juego de palabras, subtexto y denuncia social. Narra una historia tragicómica y entretenida que, además tiene carácter lúdico y dará para muchos debates y relecturas. Una obra que nos deja leer entrelíneas y nos capta desde el primer momento. (Janna River, Mundorelatos).
No creo haber leído ninguna novela con este tono, es decir, ironía mezclada con humor ácido, pero la verdad me ha encantado, lo he disfrutado muchísimo.
Además hay una trama mezclando el espionaje con gestiones empresariales dudosas que consigue que además de disfrutar mucho de las ocurrencias que deja caer el autor, te engancha toda esta historia. (Viky Aspiralecturas).
Le cuesta un poco coger ritmo, pero cuando lo coge te va regalando situaciones a casa cual más divertida y disparatada que la anterior, jugando con la ironía, la sátira, recordando a esas obras antiguas de humar satírico, pero hablando de cosas de nuestro día a día. Muy divertida, con un humor muy inteligente, a la par que super interesante.
Una obra divertida, inteligente, irónica. Muy recomendable. (Itxaso Marín).
Me ha encantado. Llena de humor negro y servicios peculiares. (Iván Ortega).
Podría decirse que estamos ante una distopía de esas que no te dejan indiferente. Te hará reír (y pensar), Martín es un sinvergüenza reconvertido en Quijote; es fresca y ligera para el verano; la vida es sueño y en ellos puedes ser y hacer lo que quieras. (La Lectora Infinita).
Al principio estaba desconcertado, porque es desconcertante, pero cuando me metí en el libro resultó ser muy divertido. Describe con mucha ironía el mundo del arte y de los artistas, así como los muchos objetos absurdos que compramos y que forman parte de nuestra “normalidad”. Y los finales, uno tras otro, me sorprendían cada vez más. Aunque parezca mentira, todo está atado a una sola lógica. Está repleto de sorpresas, de giros, de ingenio, de brillantez… Para generarnos la risa sobre algo que no lo tiene. Es muy interesante y divertido. (Friki Runner).
Es una tragicomedia que no puedes perderte por nada del mundo.
Ojito con este libro @netflixes. De aquí puede salir una muy buena película. (The Wolf With The Book).
“Créanme: el futuro del arte está en el alcohol. Esa es la herencia que nos legó la tan cacareada Movida Madrileña. Salir de copas, la gran aportación de la socialdemocracia a la cultura. Porque, seamos pragmáticos: ¿a quién le interesa leer un libro?, ¿quién va a la ópera? Cuatro excéntricos. A la gente normal lo que de verdad le interesa es conocer al poeta, estrecharle la mano al escultor, admirar el entrecejo del filósofo…”.
Cita de Mundo cruel.
“Por favor, no empujen. Señores, por favor, no se amontonen. Calma, por favor, que hay soledad para todos…“.
Cita de Mundo cruel.