El jueves asistí en la Escuela Superior de Canto a la presentación de la obra completa de Rosa García Ascot, un espléndido disco dirigido por José Luis Temes e interpretado por Ignacio Clemente, Samuel Diz y la Orquesta Sinfónica Ibérica. Rosita (como ella quería que se la llamara) es otra de las voces truncadas por la guerra y silenciada por la dictadura. Hace unos meses se editaban “El Solitario” de Concha Méndez, y la correspondencia de Maria Lejárraga. Aunque lentamente, vamos recuperando la memoria quienes fueron condenadas al olvido por su condición de mujeres republicanas.
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